La experiencia de corresponsal en Roma me hizo ver, en contra de mi prejuicio inicial, que un porcentaje elevado de las noticias sobre la Iglesia católica tocan cuestiones relevantes para el ser humano, sea creyente o no.
Después, cuando pasé al ámbito universitario, comprobé que la información sobre la Iglesia es, además, un buen termómetro para medir la salud del periodismo y de las prácticas periodísticas, porque aquí es más fácil que en otros campos dejarse llevar por la pasión y olvidar la ecuanimidad.
En este weblog hago anotaciones veloces, sin la pretensión de agotar una realidad a veces muy compleja.
Diego Contreras
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