Hace pensar que dos instituciones serias como la
Universidad de Harvard y el diario The New York Times hayan colaborado en la
presentación a bombo y platillo de lo que han denominado “El evangelio de la
mujer de Jesús”. Como a estas alturas ya saben todos, se trata de un fragmento
de papiro de 4 por 8 centímetros, escrito por las dos caras, que contiene las
siguientes palabras entrecortadas: “Jesús les dijo: mi mujer…”.
El caso hubiera merecido mayor cautela, teniendo en cuenta –por citar solo dos puntos- que la autenticidad está todavía por demostrar (sorprendentemente, no se le han hecho las pruebas normales en estos casos, como la espectroscopia), y que en el modo de presentarlo se ha ido contra la praxis en este campo, pues no se ha relevado ni el origen ni el propietario del papiro (la total transparencia es un requisito para una publicación científica seria). Resulta particularmente crítica, en ese sentido, la crónica de Associated Press desde Roma.
En el largo texto publicado por el diario de Nueva York, que comienza con una amplia ventana en primera página, se hace todo lo posible por dar interés al asunto, evitando ofrecer demasiados datos de contexto, como el hecho de que esa frase aislada (aun considerando auténtico al papiro) está escrita a una distancia de la vida de Jesús como la que nos separa a nosotros de Cervantes y en plena batalla gnóstica (con sus prolíficos autores de evangelios apócrifos). Lo único que demostraría es que algunos gnósticos (de momento, éste sería el único texto) decían que Jesús se había casado… pero también afirmaban otras muchas cosas.
Aunque sostiene -obviamente- que el documento no "prueba" que Jesús estuviese casado, es evidente que la profesora Karen L. King, de Harvard, buscaba publicidad; para ello concordó la publicación del artículo en coincidencia con su participación en un congreso en Roma. No sorprendería que estuviese preparando ya un libro, del estilo del que escribió sobre “El evangelio de María de Magdala: Jesús y la primera mujer apóstol". Si The New York Times ha actuado casi como simple “agente publicitario” de la profesora, tal vez se deba a un interés añadido. Sacar a colación “la mujer de Jesús” pone en cuestión el celibato sacerdotal y sería una reivindicación a favor del papel de la mujer en la jerarquía de la Iglesia.
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En un artículo publicado en The Guardian se sostiene la falsedad del documento.
En una crónica posterior del New York Times se afirma que en realidad King presentó públicamente el documento, a pesar de las cuestiones no resueltas, para que sus colegas pudieran sopesarlas...
El excelente Ross Douthat, en su blog en The New York Times, dice que al margen de la autenticidad del documento, deberíamos haber aprendido algo de la fanfarria publicitaria que rodeó el lanzamiento del "Evangelio de Judas", en 2006, y de cómo este tipo de operaciones lo que muestran son las preopupaciones religiosas... de nuestro propio tiempo. Concretamente, el deseo de presentar a Jesús a nuestra propia imagen y semejanza.
Como siempre, el diario EL PAIS, de Madrid, se hace eco de esta campaña de tratar de confundir a los creyentes cristianos. En España, es habitual que en este cometido destaque un tal Tamayo, profesor de "teologia" en la Universidad de Getafe, la cual estaba dirigida por el recientemente fallecido ateo y homosexual (no son insultos sino descripciones informativas) Peces Barba.
En esta campaña para adjudicar a Jesus una esposa ya destaco una novelucha que tuvo 30 millones de ejemplares en ventas: "EL CODIGO DA VINCI".
En todo caso, yo creo que un cristiano podria asumir que JESUCRISTO, en cuanto hombre, se hubiera casado con Maria Magdalena. Pero la cuestión no es esta sino que se trata de una turbia maniobra para debilitar o destruit la fe de los cristianos sencillos.
Publicado por: Fatimah | 27/09/2012 en 02:08 p.m.