El presidente de "Catholics pro Choice", una organización norteamericana favorable al aborto, se pregunta en un artículo publicado en The Washington Post si en temas de planificación familiar la Iglesia católica representa o no a los católicos.
Dejando aparte su obvia respuesta negativa (en plena sintonía con la misión ideológica de la asociación), el interrogante tiene su interés pues muestra la visión de la Iglesia que subyace en no pocos movimientos más o menos clericales “de reforma”. Según ese planteamiento, la Iglesia debe adaptarse a lo que piensan sus fieles. Y, por lo general, son los portavoces de estas asociaciones quienes expresan lo que piensan los fieles.
En algunos casos, para justificar ese punto de vista, se alude al “sensus fidei”, como si se tratara de una especie de voto popular o algo así. En realidad, se trata de un concepto que hace referencia a cómo los fieles saben reconocer las verdades de fe y sus manifestaciones aun en circunstancias complejas y en sintonía con cuantos les han precedido. Es el famoso “olfato católico”.
Por ejemplo, el “sensus fidei” concluiría que aunque el cien por cien de los fieles sean y se reconozcan pecadores, no por eso la Iglesia debe aprobar el pecado (he leído esta idea en algún sitio). Se supone que la Iglesia es algo más que el Instituto Nacional de Estadística.
No es que la Iglesia tenga que adaptarse a lo que piensen sus fieles. Es que los fieles son la Iglesia!
Publicado por: Íngrid | 14/10/2011 en 06:27 p.m.