Los hechos son estos: la diócesis de Ratisbona ha divulgado un caso de abuso ocurrido en 1958, un presunto caso que habría sucedido al inicio de los sesenta y un tercer caso (todavía incierto), que se supone que es de 1969. Los tres se refieren de algún modo al coro de los “Domspatzen”. Se trata de crímenes, o presuntos crímenes, ocurridos en la residencia donde se alojaban y estudiaban los chicos. Una institución que contaba con su propia dirección, independiente de la dirección musical. El hermano del Papa, mons. Georg Ratzinger, fue director musical del coro (externo a la residencia) en el periodo 1964-1993. Es decir, no solo estaba lejano físicamente del lugar de los hechos, o presuntos hechos, sino que estos ocurrieron en un periodo en el que él no era ni tan siquiera director. (El dato claro del tercer caso es que ocurrió diez años después de que el presunto culpable abandonara su relación con el coro).
Esa es la información disponible, sobre la que se ha construido -en titulares de primera página- la insinuación de que el hermano del Papa estaba implicado. Por fortuna, hay periodistas que se han documentado y han descrito cómo están las cosas verdaderamente. No era muy difícil, la verdad, pero lo han hecho. Otros han preferido seguir cavando la fosa de un periodismo que tal vez les interesa poco: temo que lo que les importa es vivir al día y poder comer.
Es evidente que Mons. Geor Ratzinger es una figura apetecible para crear un escandalo sin aportar mayores pruebas lo importante es el espectaculo de ver al hermano del papa involucrado y de esa forma golpear al mismo Benedicto XVI. Es una tragedia el tener que contar con periodistas de este nivel
Publicado por: Heston | 08/03/2010 en 08:37 p.m.