La prensa ofrece con más frecuencia de
lo que uno imagina, noticias que van un tanto contracorriente con lo
que parecería que es la tendencia general. A modo de ejemplo, cito
algunas que he visto, aquí y allá, en los últimos días.
La primera es una información sobre una joven magistrado italiana, Serena Riguzzi, que decide colgar la toga para entrar en un monasterio de clausura de carmelitas descalzas, cuando parecía que ya tenía resuelto el futuro. No se trata de un propósito desesperado tomado tras un desengaño amoroso ni nada de eso. Es una decisión muy meditada (leído en Libero, 2 de febrero).
La segunda noticia es la historia de un periodista italiano, Paolo Brosio, que después de años de “desenfreno, sexo y droga, con los que pretendía huir de la realidad” (muerte de su padre, abandono de su mujer, atentado contra un local de su propiedad), da un giro radical a su vida y lo va contando sin ñoñerías en colegios e institutos: “la Virgen me ha agarrado de la mano y me ha salvado” (leído en Il Giornale, 7 de febrero).
La tercera es sobre la actividad de Claudia Kroll, una actriz que protagonizó en los noventa algunas películas pornográficas y que ahora -después de años de profunda conversión y maduración- dirige un teatro para jóvenes, inspirada en la “Carta a los artistas de Juan Pablo II”. Cuando piensa en el pasado, dice, “veo que ha sido Dios quien me ha ayudado a cambiar de vida. Ahora, además, trabajo más que antes” (leído en Il Giornale, 23 de enero).
Casí siempre las noticias que los medios publican versan sobre las miserias de algunos que han sido y son famosos, en algunos casos son famosos por permitir la publicación de sus miserias de las que no pocas veces se enorgullecen. Sin embargo existen noticias sobre estas donde hay personas que han sido capaces de dar un giro en sus vidas para emprender el camino nuevo que Cristo el Señor ha abierto.
Publicado por: Heston | 16/02/2010 en 01:32 a.m.
Qué agradable sorpresa. Gracias por contárnoslos...
Publicado por: Ricardo | 17/02/2010 en 08:47 a.m.