Pienso que para los que escuchamos ayer en la plaza de San Pedro el mensaje de navidad del Papa quedó claro que la frase “más periodística” de su discurso fue: “Si cada uno piensa sólo en sus propios intereses, el mundo se encamina a la ruina”. En efecto, muchos diarios centraron en esa frase la noticia (ver Corriere della Sera o The Times ).
El Papa dijo que “el anuncio de esperanza que constituye el corazón del mensaje de la Navidad está destinado a todos los hombres” y que la gracia salvadora de Dios es “la única que puede transformar el mal en bien, y cambiar el corazón del hombre y hacerlo un ‘oasis’ de paz”. A continuación se refirió a algunos lugares donde esa paz hoy no existe y concluyó: “que en todos estos casos brille la Luz de la Navidad y anime a todos a hacer su propia parte, con espíritu de auténtica solidaridad”. En ese contexto añadió la frase que menciono al inicio.
Se ve, por tanto, que se trató de un mensaje de esperanza. De ahí que me haya sorprendido el título que El País da a la noticia del mensaje, tomada de la agencia EFE: “El Papa advierte de que el mundo se encamina a la ruina”. Se ofrece así la impresión del Papa como profeta de desventuras. No se tiene en cuenta la parte esencial de la frase: “si cada uno piensa sólo en sus propios intereses...”. El resultado es que se acaba transmitiendo justo lo contrario de lo que afirmó el Papa. (Deduzco que el título es de El País, pues ABC usa la misma noticia con otro título).
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