La crónica del periodista Juan González en El País, sobre obispos buenos y obispos malos, tiene muchos elementos interesantes, aunque sigue en la línea del trillado “divide y vencerás”. En esta ocasión el autor incluso hace sus pinitos con alguna citación de “un alto cargo vaticano” que dice: “’La Conferencia Episcopal Española está ahora vere staccata’ (realmente dividida)”... No sé si el resto de la información que ofrece está al nivel de este “vere staccata”, que no significa absolutamente nada. (¿No habrá en el diario alguien que conozca un poco de italiano y tenga un minuto para echarle una mano?)
En la crónica se afirma que “el Papa sigue muy preocupado por la deriva laicista que impulsa el Gobierno Zapatero, según Roma, por el riesgo de contagio al resto de Europa”. Es comprensible que el periodista se alinee con el Partido Socialista, del que –si no me traiciona la memoria- ha sido senador, pero me parece una frase un tanto exagerada. Suponer que la actitud española pueda “contagiar” a Europa es tener un concepto muy alto de la influencia española en el mundo. ¿Añoranza de épocas pasadas?
Pero siguiendo con el tema de obispos y división, más interesante aún es la opinión de Blanco, jefe de organización del Partido Socialista español, que dice que la división de los obispos españoles es una manifestación, una extensión, de la división en el Partido Popular. Genial. Blanco sabe manipular el lenguaje como pocos. Con esa frase mata varios pájaros de un tiro: que los obispos están divididos y que la Iglesia es una sucursal del Partido Popular. Coloca el debate donde le interesa y en los términos que le interesa. Blanco demuestra de nuevo, en definitiva, que es uno de los mejores spin doctors de España.
NO se trata, queridos amigos, de buenos y malos, de vaqueros o indios, de conservadores o progresistas. Se trata fundamentalmente de una realidad que puede aceptarse como tal o no (mirar para otro lado). Si despolitizamos el tema podemos ver como hay tendencias en la iglesia universal y particularmente en España diferentes, que están dando lugar internamente a un debate sano, no siempre aceptado por todos.
A nivel universal contrasten las palabras del Cardenal Martini con las del Papa Benedicto XVI, ambos grandes pensadores y teólogos. Da la impresión que la imagen y la comunicación transmitida a la sociedad cristiana laica es efectivamente de división en dos grandes grupos: Los que siguen la via teológica de la tradición y la "nueva evangelización" formulada inicialmente por Juan Pablo II; y los que siguen una teología libre y sociológica aplicada al terreno pastoral formulada entre otros por el gran teólogo Hans Kung. Los medios solo se han hecho eco de estas informaciones,de la división, muchas veces estas informaciones son tomadas de teletipos y agencias que trabajan para el Vaticano o sus aledaños eclesiales (Diócesis). En estados no confesionales, como es el caso de España, cada uno ha hecho su legítima interpretación de la información, porque existe libertad religiosa y de prensa.
En España está claramente diferenciadas estas dos tendencias, al haber sido imprudentemente politizado el debate interno. Esta situación, en origen interna, ha trascendido a la sociedad polarizando el debate entre derecha e izquierda siguiendo la evolución de los dos grandes partidos políticos.
Todos se han posicionado en teologias de derechas y teologías de izquierdas. Cristianos hay en los dos bandos y esta realidad hay que respetarla, o estaremos cayendo en un cainismo sin sentido desde el punto de vista religioso.
Esto hay que abandonarlo, la iglesia debe estar al margen del debate político, al menos en España, no es su campo natural, entre otras cosas porque genera división y crispación, interna y externa. Creo que fue un error tratar de convertir en Lobby (PP)y en arma política (PSOE)algo tan serio como la religión.
La iglesia española necesita una renovación en cuanto a las ideas eclesiales (No doctrinales). Muchos afirman que a la iglesia Española le falta hacer aún su propia transición.
En fin espero que la sangre no llegue al rio. Y que aprendamos a respetarnos. una cosa es ser cristiano y otra muy distinta militar como ciudadanos en un partido político. No nos dejemos engañar por los falsos profetas (políticos de distinto signo). un abrazo y que la paz este con vosotros.
Publicado por: felix | 26/05/2008 en 08:01 p.m.