La Comisión Teológica Internacional, un organismo consultivo de la Santa Sede, acaba de publicar un documento en el que afirma que no hay razones fundadas para pensar que los niños fallecidos sin bautizar no puedan ir al cielo. El texto es el resultado de un atento estudio iniciado en 2004, cuando el cardenal Joseph Ratzinger presidía esta comisión de teólogos, dependiente de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Aunque los documentos de la Comisión no forman parte de magisterio de la Iglesia, hay que considerar la reflexión teológica contenida en este documento, cuya publicación ha sido aprobada por el Papa, como una autorizada versión del status quaestionis sobre “La esperanza de salvación para los niños que mueren sin bautizar”.
De momento, el documento –de 41 páginas y firmado por el cardenal William Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe- ha sido publicado sólo en inglés, idioma en el que se ha redactado. Todos los comentarios aparecidos en la prensa internacional dependen del resumen que hizo la agencia Catholic News Service, vinculada a la conferencia episcopal de Estados Unidos.
A pesar de que la existencia del limbo nunca ha sido definida como dogma por la Iglesia (y, de hecho, no figura en el actual Catecismo de la Iglesia Católica, aunque sí en los anteriores), al mismo tiempo ha sido durante siglos una enseñanza muy popular, que ha inspirado incluso numerosas obras de arte (Dante, Botticelli). El documento de la Comisión Teológica Internacional presenta una síntesis del pensamiento de la Iglesia sobre el destino de los niños fallecidos sin bautizar, y concluye que la Escritura y la Tradición “no ofrecen respuestas explícitas”. De ahí que durante siglos se haya mantenido como una cuestión teológica abierta.
Ese mismo tono de prudencia es el que preside el texto de la Comisión, que carece de afirmaciones tajantes: “nuestra conclusión –afirma- es que los muchos factores considerados [en el documento], ofrecen una seria base teológica y litúrgica para esperar en la salvación y visión beatífica de los niños fallecidos sin bautizar”. Y añade: “subrayamos que estas son razones para una oración esperanzada más que fundamentos para la certeza”.
El problema es compaginar, por un lado, la infinita misericordia de Dios, que no puede excluir de la salvación eterna a los pequeños que no han cometido pecados personales; y por otro, la enseñanza fundamental de la existencia del pecado original y la necesidad del bautismo para su remisión. El documento observa que la enseñanza de que el bautismo es necesario para la salvación precisa ser entendida en el sentido de que fuera de Cristo no hay salvación. Dios puede dar la gracia del bautismo sin que se administre el sacramento, “y este hecho se puede aplicar específicamente cuando la administración del bautismo sea imposible”.
La Comisión advierte que este planteamiento teológico, un nuevo modo de entender que se ha ido desarrollando en los últimos decenios, no se puede usar para negar la necesidad del bautismo a los niños o para retrasarlo. En realidad, “son razones para esperar que Dios salvará a esos niños, precisamente porque no fue posible hacer por ellos lo que hubiera sido lo más deseable, bautizarlos en la fe de la Iglesia e incorporarlos al cuerpo de Cristo”.
El documento afirma que el tema de la salvación de los niños fallecidos antes del bautismo no es sólo una cuestión para las disquisiciones teológicas, sino que constituye un problema pastoral urgente. Por un lado, muchos de ellos nacen de padres que no son católicos; y por otro, otros muchos son los no nacidos víctimas del aborto.
De pluma ajena:
Sunday, April 29, 2007
Una opinón sobre el Limbo
En el website de la revista Inside The Vatican ha aparecido una entrevista del escritor australiano Andrew Rabel con una de las dos mujeres miembros de la Comisión Teológica Internacional, la hermana Sara Butler, Misionera Sierva de la Santísima Trinidad. La entrevista lógicamente toca el tema del reciente pronunciamiento de la Comisión Teológica Internacional sobre el Limbo, el cual no es un documento magisterial, ni obligatorio para ningún Católico. Nuestra opinión particular: esperabamos que aparte de tratar el asunto del Limbo, esa “comisión” nos dijera tambien de una buena vez por todas que aparte de los niños sin bautizo, tambien “todos los perritos (lindos) van al cielo”.
Posted by SECRETUM MEUM MIHI at 10:40 AM
Publicado por: Damaso | 02/05/2007 en 04:59 p.m.
La Comisión Teológica Internacional es una institución seria. No se trata de un grupo de teólogos que hablan en un bar delante de una cerveza, sino de un grupo de estudio vinculado a la Congregación para la Doctrina de la Fe. Lo que dicen no es Magisterio, pero tampoco publican banalidades. El tema es complejo y en cada época se intenta comprender mejor. Existen aspectos en los que no es posible dar una respuesta contundente y este es uno de ellos. Naturalmente, eso no tiene nada que ver con los "perritos lindos"... Un cordial saludo.
Publicado por: dc | 03/05/2007 en 11:10 a.m.
NO SE ACERCA DE LAS GERARQUIAS O QUIENES TIENE AUTORIDAD O NO PARA DAR LA ULTIMA PALABRA SOBRE ESTE TEMA.
SOLO PUEDO DECIR QUE CUANDO ME ENTERE DE ESTO SENTI UN ALIVIO EN MI ALMA.
PERDI A MI NIÑA DE 5 MESES DE EMBARAZO Y NO SABEN CUANTO HABIA SUFRIDO DESDE ENTONCES PENSANDO EN QUE LUGAR ESTARIA MI PEQUEÑA.
ME DIO MUCHA ALEGRIA Y PAZ, SABER QUE ES POSIBLE QUE ELLA ESTE AL LADO DE DIOS. AHORA LA IMAGINO COMO UN ANGELITO LLENO DE LUZ QUE ME ACOMPAÑA SIEMPRE.
Publicado por: OLGA ROCIO | 16/06/2009 en 05:38 p.m.