Un año y medio antes de ser elegido Papa, el entonces cardenal Ratzinger declaró en una entrevista con Le Figaro Magazine (13 de agosto de 2004) que no le parecía oportuna la entrada de Turquía en la Unión Europea por motivos históricos y culturales. Sugería una forma de alianza especial para este país de mayoría musulmana (ver el texto francés de la respuesta en la segunda parte de este post). Hoy la noticia destacada del primer día del viaje de Benedicto XVI a Turquía es la declaración de que la Santa Sede, y el Papa en primera persona, ve con favor la entrada de Turquía en la Unión Europea. ¿Ha cambiado de opinión ahora por oportunismo?
Antes de intentar una respuesta, vale la pena ofrecer un poco de contexto para entender mejor el alcance de ese patrocinio. La frase de apoyo no fue pronunciada por el Papa en público, sino referida por el primer ministro Recep Tayyip Erdogan, tras su entrevista en privado con el Pontífice. Erdogan dijo que había pedido al Papa que apoyara la candidatura turca para ingresar en la UE. La respuesta de Benedicto XVI referida por Erdogan fue: “Usted sabe que no tenemos una función política, pero estamos a favor de la entrada de Turquía en la UE”. Naturalmente, a Erdogan le faltó tiempo para difundir esta afirmación a los cuatro vientos, pues era el mejor regalo que podía hacer a su gobierno.
El director de la Oficina de Prensa del Vaticano, padre Federico Lombardi, recordó que “la Santa Sede no tiene ni el poder ni la misión política específica de intervenir sobre la cuestión precisa del ingreso de Turquía en la Unión Europea. No le compete. Sin embargo, ve positivamente y alienta la vía del diálogo, de la aproximación y de la incorporación a Europa, basada en valores y principios comunes”. Hace unos días, el Secretario de Estado vaticano, cardenal Bertone, declaró que la Santa Sede desea que Turquía “pueda cumplir los requisitos presentados por la Unión Europea para su integración”.
Las declaraciones del cardenal Ratzinger a Le Figaro fueron una muestra de sinceridad (decir lo que se piensa y razonarlo) y una nueva confirmación de que no aspiraba a ser Papa (de lo contrario, no se hubiera expuesto en primera persona sobre un tema como ese). Ahora como Romano Pontífice, sus opiniones personales pasan a un segundo plano. Lo que dijo era verdad y sigue siendo verdad, pero ha madurado la convicción de que es todavía más importante que se dé ese acercamiento: “una fecundación recíproca”, explicó en el avión que le llevaba a Ankara. Nosotros debemos “repensar nuestro laicismo” y Turquía “pensar con nosotros la libertad y los valores que le dan contenido”. Para los cristianos de Turquía –fervientes defensores del ingreso del país en la Unión Europea- todo esto es una buena noticia, pues si Turquía cumple con los requisitos de la UE gozarán de una libertad religiosa que hoy todavía no es completa.
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Le Figaro magazine (13 août 2004)
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L'étude de la candidature de la Turquie devient plus précise. Son entrée dans l'Union signifierait-elle pour vous un choc ou un enrichissement des cultures ?
-Nous avons parlé de l'Europe comme d'un continent culturel et non géographique. Dans ce sens, la Turquie a toujours représenté un autre continent au cours de l'histoire, en contraste permanent avec l'Europe. Il y a eu les guerres avec l'Empire byzantin, pensez aussi à la chute de Constantinople, aux guerres balkaniques et à la menace pour Vienne et l'Autriche... Je pense donc ceci : identifier les deux continents serait une erreur. Il s'agirait d'une perte de richesse, de la disparition du culturel au profit de l'économie. La Turquie, qui se considère comme un Etat laïc, mais sur le fondement de l'islam, pourrait tenter de mettre en place un continent culturel avec des pays arabes voisins et devenir ainsi le protagoniste d'une culture possédant sa propre identité, mais en communion avec les grandes valeurs humanistes que nous tous devrions reconnaître. Cette idée ne s'oppose pas à des formes d'associations et de collaboration étroite et amicale avec l'Europe et permettrait l'émergence d'une force unie s'opposant à toute forme de fondamentalisme.
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