La Iglesia en la prensa

¿Qué alimenta el apetito de guerra santa?

No habrá el temido "choque de civilizaciones" por la simple razón de que el mundo musulmán no considera a Occidente una civilización. Lo afirma Magdi Allam, especialista de temas musulmanes del Corriere della Sera, relatando el contenido de un programa de la "Esc -Egyptian Satellite Channel" del pasado 17 de febrero.  Para los participantes en el espacio televisivo, Occidente es una "tierra sin Dios" que hay que redimir con la espiritualidad del islam. [La foto es de un antiguo grabado de la Meca. Clicar para ampliar]

Entre los que intervinieron en el programa figuraba Abu Laban, el imán de una mezquita de Copenaghen que encendió la mecha de la violencia contra las caricaturas de Mahoma publicadas originalmente en un diario danés. Este imán explicó a la audiencia, entre otras cosas, que "la situación de la religión en Europa se caracteriza por la laicidad/laicismo. No se trata del cristianismo que combate al islam: en la región escandinava sólo el 5 % de la población se identifica con la Iglesia. Nos encontramos ante una situación de a-religiosidad".

Lo más interesante es cómo concluye el artículo Magdi Allam: "nuestro Occidente es percibido [por los musulmanes] como una nación sin alma y carente de valores. Aquellos de entre nosotros que desdeñan  los valores de Occidente, su identidad y raíces cristianas, que sepan por lo menos que es precisamente ese vacío lo que alimenta el apetito de los militantes de la Guerra santa musulmana mundial".

Las gafas oscuras de "Newsweek"

La revista norteamericana Newsweek (27 de febrero) relata que han comenzado las obras de construcción de "Ave Maria", una localidad situada a treinta millas al este de Naples, en Florida. Lo peculiar del caso es que se trata de una pequeña ciudad (11 mil viviendas) que nace en torno a una nueva universidad católica ("Ave Maria"). El proyecto responde a la voluntad  de Tom Monaghan, el multimillonario fundador de "Domino's Pizza": un empresario de 68 años que decidió vender sus empresas para financiar proyectos educativos de inspiración católica.

La historia podría ser fascinante. Pero Newsweek dedica la mitad de su artículo a
contar que Monaghan pretende imponer en la futura ciudad sus "conservatives values". Por ejemplo, pedirá a las farmacias que no vendan anticonceptivos. Naturalmente, esta actitud ha alarmado a "The American Civil Liberties Union" (ACLU) y a "Planned Parenthood". La presunta polémica, sin embargo, no da para más, pues tanto Mohaghan como su socio (una inmobiliaria) subrayan que, en todo caso, cumplirán las leyes del Estado. Tanto rumore per nulla.

Resumen: el prejuicio ideológico volvió a destrozar lo que pudo ser un reportaje interesante.

Repensar la función de los medios informativos del Vaticano

Entre las conjeturas que circulan en torno a una supuesta inminente reforma de la Curia Romana, figura una que se refiere a los órganos de información de la Santa Sede. Se habla de una posible unificación de Radio Vaticano, L'Osservatore Romano, el Centro Televisivo Vaticano, la sección de Internet y la Oficina de Prensa. Todos esos organismos se integrarían en una especie de “Ministerio de la Información Vaticano”. De esto se hacía eco de pasada La Stampa de ayer (20 de febrero).

Siguiendo en el plano de la conjetura, esta propuesta presenta al menos un problema y un prejuicio. El problema es que mezcla las funciones de los medios informativos con las de la Oficina de Prensa. La función de una oficina de prensa es hacer de portavoz del vértice de la institución: por tanto, parece lógico y conveniente que dependa directamente del vértice y no de entidades intermedias (esta idea es uno de los caballos de batalla de los teóricos de la comunicación institucional). El prejuicio es que se piensa –o se da a entender- que las cosas mejorarán cambiando las estructuras porque, en el fondo, el único problema que importa son las pérdidas económicas.

Supongo que las propuestas de reestructuración (en caso de que las haya) tendrán en cuenta que la cuestión central es definir o re-definir cuál es la finalidad (hoy) de cada uno de los medios de comunicación de la Santa Sede. Por ejemplo, ¿interesa mantener L'Osservatore Romano tal como es hoy? Personalmente, lo dudo mucho. Se trata, por tanto, de repensar el periódico. Más compleja es la situación de Radio Vaticano. En todo caso, esperemos que no se llegue nunca a la idea de un “Ministerio de la Información Vaticano”. Es preferible que cada medio tenga las ideas claras sobre cuál es su función y goce de autonomía, dentro de una lógica sintonía general.

Homenaje a una monja de clausura

No era un líder político, ni una estrella del rock. La fotografia de France Press muestra cómo el féretro de sor Lucia dos Santos, una de los tres videntes, es transportado por la multitud en la explanada del santuario de Fátima (bajo un intenso chaparrón). Los restos mortales de sor Lucia, que falleció hace un año (el 13 de febrero de 2005), fueron trasladados ayer domingo desde Coimbra al santuario portugués.

Las crónicas cuentan que no hubo ni gente pisoteada, ni estampidas, ni –por supuesto- disparos al aire. Simplemente, varios miles de personas ridieron homenaje a una monja de clausura a quien en 1917, cuando era una chiquilla, se le apareció la Virgen junto a sus primos Jacinta y Francisco, beatificados por Juan Pablo II en mayo del año 2000.

A propósito del limbo

No es habitual que un diario dedique su editorial al limbo. Es lo que hizo hace unos días Los Angeles Times. El artículo toma pie de las posibles recomendaciones que un grupo de expertos hará al Vaticano para que elimine el concepto de limbo. El autor añade (y aquí usa el tono jocoso) que también el concepto de infierno está cambiando: se habla poco de él, y cuando se habla no se mencionan ni el azufre ni las llamas. Como nos descuidemos, acabará cambiando también el purgatorio. Menos mal –concluye- que Dante vivió en otra época...

En realidad, el texto olvida algunos datos: fue la propia Santa Sede –con Juan Pablo II- quien encargó a la Comisión Teológica Internacional que profundizara sobre el concepto de limbo. El limbo no ha sido nunca una verdad de fe, y por esa razón ni tan siquiera se le menciona en el “Catecismo de la Iglesia Católica”.  Ha sido una explicación teológica -muy popular- con la que se intentaba resolver el problema de los niños sin uso de razón que mueren sin bautizar.

Es una cuestión compleja y “técnica” sobre la que habrá oportunidad de volver. Lo que me interesa destacar ahora es la idea de fondo que está detras de este y de otros comentarios: que las verdades de fe se acomodan a las circunstancias; hoy se dice una cosa, mañana se puede decir otra (No está expresado tan rotundamente, pero el mensaje es ese). La Iglesia, en definitiva, es “revisionista” y si hoy condena (pongamos por caso) la anticoncepción, mañana la podría aprobar.

Sentencias y nulidades

El diario británico The Guardian ofrecía hace unos días una presentación entusiasta del discurso que Benedicto XVI pronunció ante el Tribunal de la Rota Romana. Será por la falta de conocimiento del italiano, o tal vez por otras razones, el caso es que me parece que el entusiasmo surge por un equívoco. Se identifica la petición del Papa a la Rota de que las sentencias sobre los procesos de nulidad “lleguen en tiempos razonables” con que las nulidades lleguen con rapidez. (Otra cosa distinta es que la gran mayoría de las sentencias sean después afirmativas, reconozcan la nulidad).

El diario introduce la información indicando que se trata de un “dramatic break” con el pasado. Como se puede ver leyendo el discurso, el Papa no da ningún giro, pues dice las mismas cosas que ya había afirmado Juan Pablo II en múltiples ocasiones: que los procesos se basan en la búsqueda de la verdad, en este caso acerca de la validez o invalidez del matrimonio. Y que la preocupación pastoral no puede separarse del amor a la verdad, pues sería un "servicio engañoso". Sugiere que esa preocupación pastoral hay que ejercitarla mejorando, por ejemplo, la preparación al matrimonio y ayudando a los matrimonios con problemas a reconciliarse.

Para The Guardian, se trata de la segunda vez que el Papa muestra fuertes tendencias liberales -“strong liberal leaning”-, confundiendo así a sus críticos y ofreciendo el otro lado de su imagen severa. El diario afirma que la primera muestra fue la encíclica “Deus caristas est”, recibida con "asombro y alivio" por "senior Catholics" (¿cómo se traduce esto: "católicos adultos"?).

Madurez política

El ayuntamiento de Roma ha impreso miles de carteles en los que recuerda a don Andrea Santoro, el sacerdote romano asesinado en Turquía mientras rezaba en su pequeña iglesia. El texto del cartel es muy breve: “Una vida para los demás. Gracias don Andrea” (clicar la foto para ampliarla).

Con ese gesto, el ayuntamiento de Roma –de mayoría de centro izquierda- ha ofrecido un nuevo ejemplo de madurez política. Ha mostrado que la religión, y un gesto extremo como la muerte por la propia fe, no es una cuestión que pertenezca a las derechas ni a las izquierdas. Es de todos. No he resistido hacer esta fotografía, pensando en las deficiencias que, en mi opinión, se observan en este campo en la Península Ibérica (y en otros lugares). Si, todavía hay mucho que aprender de la vieja Roma.

Lecciones de marketing con The Da Vinci Code (2)

The New York Times informaba hace unos días de que Sony-Columbia Pictures ha promovido un website para dar espacio a las críticas contra  "The Da Vinci Code" y que cuenta con la colaboración de 45 "escritores y expertos cristianos". El sitio web ha sido creado por Grace Hill Media, una compañía que ayuda a los estudios de Hollywood a presentar y promocionar sus películas entre las “audiencias cristianas”.  De momento, los escritores colaboradores son, en su mayoría, protestantes.

Como maniobra de marketing, la iniciativa está muy bien pensada. Su objetivo es ofrecer un espacio de diálogo, mostrar la apertura mental y la tolerancia de los productores de la película: gente generosa que incluso paga para que se escriba en contra de la historia.  Se pretende convertir el producto en un tema de debate, en algo que “hace falta haber visto para hablar de ella” (lo cual, incidentalmente, favorece el propósito central: vender entradas. Y, mientras tanto, la editorial “Random House” lanzará otros cinco millones de ejemplares de la novela, una edición ilustrada con imágenes del film y el guión de la película).

No me sorprende que haya tan pocos católicos en el “team” de escritores que participarán en este proyecto. Sospecho que muchos desean evitar el papel de “tonto útil” (una expresión muy gráfica que hace tiempo que no oigo). En realidad, por mucha seda que se ponga a la mona, el tema de la película sigue siendo una caricatura de la vida de Jesucristo. Y sobre ese punto, los autores no mostraron ninguna tolerancia.

[Lecciones de marketing... (1)]

Is God dead in Europe?

Un articulista de Usa Today se pregunta si es que Dios ha muerto en Europa. Su  observación es el fruto de un viaje por el Viejo Continente en el que describe cosas evidentes para los que aquí estamos, pero que causan cierta sorpresa vistas desde el otro lado del Atlántico. Por ejemplo, que en Chequia los alcoholicos superan  en número a los cristianos practicantes y que son más los que creen en ovnis que los que creen en Dios.

Como consecuencia de ese proceso de abandono de las raíces religiosas, el articulista nota el descenso de la natalidad, hasta el punto de que ningún país de la Europa occidental  puede reemplazar hoy su población. El cuadro sigue y sigue, y llega a una conclusión: no queremos seguir el camino de Europa. “Europe is showing us where this path leads. It is not the right path for America”.

Las viñetas de Mahoma y El Código Da Vinci

Se ha escrito ya mucho sobre las “caricaturas de Mahoma”. Me llama la atención que esta violenta reacción en cadena se produzca a tres meses de distancia de la publicación de las viñetas en Dinamarca. Algunos (ver The Daily Telegraph) sostienen que todo esto responde a un plan organizado y querido. Lo que no cabe duda es que la quema de embajadas y demás ofrece (de nuevo) una visión brutal del islam. A los famosos “musulmanes moderados” nunca se les oye.

Pienso que sería muy positivo si este triste episodio ayudara a comprender –al menos- que es preciso respetar los sentimientos religiosos ajenos. Pero no por el miedo a que te pongan una bomba o te den una puñalada. La razón es más profunda: ese respeto es una manifestación de que me importan los derechos humanos de los demás. El gran peligro es la ignorancia, que suele ir disfrazada de laica cruzada rompe-tabúes. (ver Scriptor)

Al mismo tiempo, creo que todos estos incidentes deberían provocar un sentimiento de admiración hacia el cristianismo, con diferencia la religión más vilipendiada de nuestro tiempo (incluso con subvenciones estatales, en algunos países). No es el caso de establecer un ranking de insultos, pero estoy convencido -sin ir más lejos- de que el retrato que El Código Da Vinci hace de la vida de Jesucristo es cien veces más ofensivo que las famosas viñetas.

En este caso no he oído ningún llamamiento a la “guera santa” contra el libro ni la futura película. Y la razón no es sólo que los cristianos somos menos fervorosos. Es una cuestión de DNA. Es una pena que algunos no entiendan ese lenguaje. Este es el problema: solo empiezan a tener en cuenta los derechos humanos de los demás cuando sienten el olor a embajada quemada. Entonces, eso sí, se convierten en corderos.

[Actualización: Tim Rutten, de Los Angeles Times, utiliza también el paralelismo entre las viñetas sobre Mahora y "El Código da Vinci". Dice -en síntesis- que la prensa norteamericana no ha publicado las viñetas fundamentalmente por miedo, algo que ni se plantea cuando el tema es la Iglesia católica).