Carla del Ponte, fiscal jefe del Tribunal Penal internacional para los crímenes de guerra en la antigua Yugoslavia, acusó al Vaticano de proteger al general croata Ante Gotovina, uno de los inculpados por crímenes de guerra más buscados, después de Radovan Karadzic y Ratko Mladic, ambos también en paradero desconocido.
“Tengo informaciones de que [Gotovina] está escondido en un monasterio franciscano, de modo que la Iglesia católica le protege”, confió la fiscal al diario británico The Daily Telegraph (20 septiembre), en una declaraciones reproducidas por la prensa de todo el mundo. Es interesante comparar algunos titulares que se hacen eco de esa información:
The Washington Post (21 septiembre): "U.N. Prosecutor Fault Vatican in Fugitive Hunt"
The New Yok Times (21 septiembre): "Church Denies Hiding War Crimes Suspect"
BBC (20 septiembre): "War crimes chief accuses Vatican" / "Vatican denies aiding war suspect"
En esos tres ejemplos, se deja claro de dónde procede la acusación o bien se destaca la respuesta del Vaticano. No ocurre lo mismo con el de El País (21 septiembre), donde las suposiciones de la fiscal se transformaron en afirmaciones categóricas (pinchar encima del recorte para ampliarlo). Otro caso de ausencia de comillas. El subtítulo dice que la acusación es del tribunal, pero no contrarresta el efecto del título: es más, se amplifica, pues Del Ponte se queja de que el Vaticano no le ayuda a buscarlo (en Croacia), mientras que ahí se dice que es el propio Vaticano quien lo esconde. No es una diferencia de matiz.
[Actualización: sobre cómo acabó la historia -el general estaba...en la playa-, ver aquí]
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