Ahora que los focos de la atención internacional ya se han apagado, es interesante volver sobre una iniciativa surgida en Londres, de la que nos hemos ocupado un par de veces (aquí y aquí): se trata de "Catholic Voices" (CV), el grupo de voluntarios creado para dar una voz y un rostro a la Iglesia católica en los medios de comunicación con ocasión de la visita del Papa a Gran Bretaña.
Explica hoy a Zenit uno de sus promotores, Jack Valero, que las intervenciones de los voluntarios en radio y televisión rondan ya el centenar, de las cuales unas setenta tuvieron lugar durante los días de la visita. Aquí hay un elenco de esas intervenciones, donde se señala el medio y el tema general abordado. Para facilitar que se conociera el seguimiento del viaje que ha realizado la prensa, CV lanzó una página con resúmenes y link a los textos más significativos.
En la entrevista con Zenit, Valero añade que los voluntarios de CV también participaron en debates públicos. Menciona concretamente un caso interesante: la reunión que mantuvo el 12 de agosto la coalición de grupos que protestaba contra la visita del Papa, los cuales ofrecieron la oportunidad de que fuera alguien a defender la postura católica ante los 60 participantes. Relata Jack Valero:
Al final fue uno de nuestro equipo, un profesor llamado Neil D'Aguiar. Después de una hora de escuchar a los cabecillas de los diferentes grupos anti-visita del Papa dar sus discursos negativos, le invitaron a contestar. Neil habló solo 15 minutos y aceptó que esos eran problemas reales que él quería resolver junto con ellos, aunque -dijo- hay bastantes cosas que ellos no conocían bien.
Cuando se dieron cuenta de que no iba a atacarles, le escucharon en silencio. Luego le preguntaron una serie de cosas y intercambiaron direcciones de correo electrónico para seguir en contacto. Al día siguiente, uno de los grupos allí presentes decidió cancelar su protesta. Pienso que debe ser una de las pocas veces que grupos así se sientan con católicos a hablar de estos temas controvertidos y a escucharse unos a otros.
Comentando el debate con The Catholic Herald (pdf), el propio D'Aguiar dice que le dieron 30 minutos, pero que solo ocupó quince. Al principio, cuando empezó a hablar, dos de los asistentes se rieron en voz alta, pero fueron calmados enseguida por otros. Al final, se quedó hablando con algunos y varios de ellos le dijeron que había enfocados las cosas desde una perspectiva en la que nunca habían pensado. Me parece que el episodio es una buena muestra de que es posible disminuir el nivel de confusión si hay buena voluntad. Sin duda, se trata de una resultado muy concreto del viaje del Papa.
Comentarios