El cristianismo se estableció en Irak hace dos mil, dando lugar a una de las comunidades cristianas más antiguas del mundo. La liturgia sigue usando el arameo, la lengua de Jesús... Y sin embargo la furia de un Islam enloquecido está provocando el éxodo de los cristianos de la zona. De esa situación trata un largo reportaje publicado hoy por The New York Times, donde se recuerda que en los últimos tres años y medio (desde el inicio de la guerra), los cristianos ha sido víctimas de continuos atentados contra iglesias, asesinatos, secuestros y amenazas.
No es fácil saber cuántos han abandonado ya el país. Las cifras que se manejan oscilan entre varias decenas de millar y cien mil. La mayoría se dirige hacia Siria, Jordania y Turquía. También se ha producido una migración interna hacia las zonas de mayoría curda que ofrecen mayor seguridad. El número de cristianos que permanecen en Irak rondan los seiscientos o los ochocientos mil. En el último censo, realizado en 1987, ascendían a un millón cuatrocientos mil (pero también hubo emigración durante los años noventa).
En el relato que ofrece el diario se insiste en que la situación ha empeorado desde el discurso del Papa en la Universidad de Ratisbona, el pasado mes de septiembre. Pero la impresión es que se trata más bien de una nueva excusa para motivar los atropellos. Según informó en su día AsiaNews, el secretario de la nunciatura en Bagdad, mons. Thomas Halim Abib, mantuvo encuentros con representantes del Islam y les entregó una traducción en árabe del discurso. Los representantes del gran ayatolá Al Sistani, líder indiscutido del Islam chiíta en Irak, visitaron dos veces la nunciatura, aceptaron las explicaciones sobre el discurso y mostraron su aprecio hacia la Santa Sede, “que siempre ha estado cerca del pueblo iraquí”.
¡Duro a los musulmanes!¡Por desquiciados y faroleros!
Publicado por: Carlos | 05/11/2006 en 08:05 p.m.
perdónalos por que no saben lo que hacen
Publicado por: haziel | 19/07/2010 en 07:23 a.m.